Cinco medicamentos para niños que han sido restringidos
Esta semana Facua alertaba de que el prospecto del ibuprofeno infantil Dalsy omite los efectos secundarios asociados al uso de su colorante, pero no es el único. Jarabes, supositorios y pastillas han dado sorpresas tras llegar al botiquín.
Dalsy no es el primer producto farmacéutico infantil que se pone en el punto de mira de consumidores, padres y médicos. Varios medicamentos han tenido que ser retirados o restringidos recientemente después de haber llegado a los botiquines de los hogares españoles. Repasamos algunas medicinas para niños que no eran ni tan eficaces ni tan inocuas como decían sus prospectos.
- Ibuprofeno. El año pasado la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) retiró un lote del ibuprofeno Kern Pharma de Farmasierra Manufacturing. Tomó la medida por un "un resultado fuera de especificaciones" detectado en los controles rutinarios. En dichos estudios, el jarabe presentó un número de levaduras superior al límite, aunque la compañía aseguró que "se trata de levaduras no patógenas ni nocivas para el consumo humano".
En enero de 2013, Sanidad paralizó también la venta de un lote del jarabe Junifen (cuyo principio activo es también ibuprofeno), en concreto el G07. Sólo se justificó como "medida de precaución".
-Codeína. También en 2015 se limitó el uso de medicamentos con codeína para aliviar la tos leve o moderada en procesos catarrales. Sanidad prohibió su ingesta a niños menores de 12 años y a mujeres lactantes, ya que los efectos secundarios pueden resultar muy graves en los niños que metabolizan este analgésico en gran cantidad o rápidamente. Previamente se habían detectado varios casos graves, algunos fatales, de menores que habían sufrido intoxicación por morfina tras tomar codeína.
-Supositorios con terpénicos. Su eficacia contra la tos y afecciones bronquiales no está demostrada del todo y, sin embargo, el riesgo de que pueda inducir convulsiones y epilepsia es elevado. Estos derivados de plantas se comercializan como supositorios a través de marcas como Pilka y Brota, contraindicados en menores de 30 meses.
-Metoclopramida. Contenida en el conocido Primperán contra los vómitos, este compuesto quedó desaconsejado hace tres años en niños y adolescentes, a la vez que contraindicado en menores de un año tanto por la Agencia española como por su homóloga europea por su elevado riesgo de provocar reacciones cardiovasculares adversas.
-Domperidona. Desde hace seis años, varios estudios vinculan la domperidona con la aparición de arritmias ventriculares graves o muerte súbita de origen cardiaco. Se ha comercializado en nuestro país con las marcas Motilium, Domperidona Gamir y Domperidona Pensa . Desde entonces, la Agencia recomienda su consumo en niños y adultos en la menor dosis eficaz posible. Según algunos perdiatras, su escaso impacto en el alivio de vómitos y sus reacciones lo concierten en un medicamento a evitar. La Agencia considera sin embargo que su relación beneficio-riesgo es favorable.
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